sábado, 31 de enero de 2009

Equipaje...

Describiendo a alguien, dijiste:
"tiene las maletas ligeritas"
y desde entonces no dejo de pensar:
¿cúanto pesan mis maletas?

No quisiera irme sin el más cómodo y viejo de mis jeans,
un hilo negro, un sostén sin aros,
un jabón dove y un tarro de crema,
un par de sandalias marrones,
un buen libro con el respectivo resaltador verde,
un par de nikes con airbag,
un palito de madera pa'recogerme el cabello,
mi dije de María Auxiliadora y la tobillera con pepitas,
una cobijita robada de algún avión,
un trajedebaño, un sweater y un vestidito negro -por si acaso-,
un mapire tejido cruzado al pecho,
tu recuerdo omnipresente
...y una contractura muscular que no me deje mirar atrás.

Sé que lo más grande no es siempre lo mejor,
que lo fácil no necesariamente es malo,
que volver sobre los propios pasos está bien,
mientras se camine de frente.

Entonces,
¿por qué no lo quiero?

2 comentarios:

Laura González D'Orsi dijo...

porque eres más grande que lo más grande... y bastante más difícil. te amo.

Consuelo dijo...

Y yo a ti... porque me escuchas hasta cuando callo y me acompañas incluso cuando no me entiendes.